martes, 25 de noviembre de 2014

Audrey Kawasaki - Erotismo adolescente.


Audrey Kawasaki es una artista plástica estadounidense con raíces japonesas, cuya obra borra la línea entre inocencia y erotismo.

La obra de Audrey Kawasaki (1982) es, aparentemente, atemporal. Cierto, nació en Estados Unidos, pero su estilo y temática remiten al antiguo Japón, cuando la sexualidad no era un tema tabú. En el país del sol naciente, la homo y la bisexualidad no eran vistos como algo deleznable, sino como algo común, junto con la prostitución.









Para esta creativa las raíces asiáticas que tiene son una inspiración y un modo de vida, lo que expresa a través de sus delicadas pinceladas. Su obra ha sido calificada como contradictoria porque muestra, por un lado, la inocencia y dulzura de la adolescencia y juventud; mientras por el otro retrata la sensualidad y erotismo de estas jóvenes mujeres.











Sus influencias pictóricas van del Art Nouveau a los cómics manga y logra una fusión coherente y deleitosa que invita al espectador a perderse en la imaginación única de la artista. En su imaginario ambivalente se unen la seducción con la melancolía, el misterio con la certeza y los sentidos con las ideas.







Desde que Audrey era niña su pasión por la plástica fue, evidente, con sus dibujos manga. Durante la secundaria tomó clases privadas de pintura y finalmente estudió Bellas Artes en Instituto Pratt, en Nueva York. No obstante, decidió abandonar dicha escuela, pues su estilo ilustrativo no era compatible con la escena conceptual de La gran manzana.

El soporte preferido para la artista es la madera, pues prefiere su textura y color, a la blancura de los lienzos. Una de sus peculiaridades es que la artista asegura que en todas sus pinturas representa a la misma chica, retratada de diferentes maneras.

 La obra de Kawasaki tiene una amplia aceptación por el público mundial, y sus creaciones pueden ser vistas en tatuajes, stickers, estampados y hasta protectores para dispositivos electrónicos.







Paperman cortometraje


Paperman es un cortometraje animado de 2012 producido por Walt Disney Animation Studios y dirigido por John Kahrs. Ganó un premio Annie y un premio Oscar en la categoría de mejor cortometraje animado.

Ambientado en Nueva York en los años 1940, el cortometraje muestra a un hombre esperando el tren en una estación. Mientras espera, el hombre coge una hoja de papel que pasó volando. La hoja pertenece a una mujer que accidentalmente soltó el documento cuando pasó una ráfaga de viento. Tras devolverle la hoja, uno de los documentos del hombre se escapa por culpa del viento y cae en la cara de la mujer. Ambos se ríen al notar que la hoja se manchó con el lápiz labial de ella. Cuando el hombre intenta hablar con ella, la mujer ya se ha subido a un tren y se aleja de la estación.
El hombre llega a su trabajo preocupado por no volver a ver a la mujer que conoció.
Excelente opción para disfrutar de esta aventura romántica en clásico blanco y negro.







sábado, 15 de noviembre de 2014

Sunny Gu, la moda ilustrada en acuarela.



Las ilustraciones de la artista y diseñadora gráfica Sunny Gu son fascinantes en detalles y colores vivos.Inspirada por los desfiles de grandes modistos sus texturas rebosan de originalidad y serena belleza.


Sunny Gu es originaria de China pero se trasladó a los Estados Unidos y ahora tiene su estudio de arte en Los Ángeles. Lo que llevó a ésta ilustradora a interesarse por el arte fue la simple curiosidad por las culturas de otros países, descubriendo así las diferentes maneras que existen de plasmar lo que una persona siente en su interior y quiere expresar. El motor incansable de Sunny se lo proporciona el deseo de preservar la belleza que puede observar a su alrededor.





Las ilustraciones de Sunny Gu suelen ser pintadas en acuarela pues  es la vitalidad e impredecible de ésta pintura lo que la ha hecho de ellas su favorita. Sus dibujos son ricos en detalles, colores y vibrantes además transmiten buenas sensaciones y su interés radica en la belleza, la serenidad, la verdad, el valor y su “yo” personal.















viernes, 14 de noviembre de 2014

Jacek Yerka un pintor de ensueño.



Jacek Yerka nació en Toruń, Polonia, en 1952. Nació en una familia artística con sus padres graduados de una Academia de Bellas Artes local. Sus primeros recuerdos fueron de pinturas, tintas, papel, caucho y pinceles. Como un niño, Yerka le encantaba dibujar y hacer esculturas. Odiaba jugar fuera y prefería sentarse con un lápiz; crear y explorar su propio mundo. Esta diferencia con los otros niños en su escuela primaria le llevó a problemas sociales con sus compañeros y Yerka describe su vida de la escuela primaria como una "gris, a veces horrorosa realidad".
 Yerka nunca había tenido la intención de ser un artista como sus padres y estaba considerando la posibilidad de hacer astronomía o medicina. Sin embargo, un año antes de su examen final, se decidió por primera vez tratar de trabajar con pintura, que provocó su decisión de estudiar arte y diseño gráfico en su lugar. Según Yerka, durante su período de estudios en la Academia fue presionado por sus instructores para evitar detalle y realismo en favor de la moda de la época - pero no cejó, adhiriéndose a la meticulosa técnica flamenca clásica que todavía caracteriza su obra.
Se graduó de la Facultad de Bellas Artes en la Universidad Nicolás Copérnico de Toruń, especializada en grabado.
Yerka comenzó a trabajar a tiempo completo como artista en 1980. Tuvo varios contratos con galerias en Varsovia. Tuvo a Hieronymus Bosch, Pieter Bruegel, Cagliostro, Jan van Eyck y Hugo van der Goes como influencia formativa de su trabajo.











Yacek Yerka nos lleva a dar un viaje por su mundo de sueños, explorando las ciudades, criaturas y ambientes que pueden llevar nuestra mente a un estado de ensueño.



martes, 11 de noviembre de 2014

Fahrenheit 451 un libro de proporciones profeticas


Interesante argumento el que nos presenta Ray Bradbury en esta novela. Miedo da pensar que en un futuro pueda llega a ocurrir esto.
En esta sociedad autoritaria que se nos presenta, el Cuerpo de Bomberos se ha convertido en una especie de nueva policía al servicio del Gobierno, cuya función es crear el fuego en vez de combatirlo. Ha sustituido la manguera por el lanzallamas para quemar y destruir libros. Su misión es acabar con el patrimonio literario de la humanidad, que, según el gobierno del momento, impide que el pueblo alcance la felicidad.
Que la gente no piense, que actúe mecánicamente, es lo que esta sociedad pretende. Sólo mediante esta falta de libertad de pensamiento el ser humano puede alcanzar la felicidad. Pero eso implica que hay que tener a la gente continuamente entretenida, y para ello se utiliza una variedad de la televisión: paredes enteras ocupadas con pantallas gigantes que emiten continuamente folletines en los que el espectador puede interactuar (hay que tener en cuenta que el libro está escrito en el año 1953, en pleno auge y expansión de la televisión).


Guy Montag, el protagonista principal de nuestra novela, es un bombero con una vida aburrida, al que aparentemente le gusta su oficio: el olor al queroseno, el fuego…, pero tras conocer a la joven Clarisse, una “antisocial” que vive cerca de su casa, algo en su interior se va despertando, algo que no puede frenar.
Esta novela es todo un homenaje a nuestros amigos los libros. Una obra que invita a la reflexión.
Según nos cuenta el propio Ray Bradbury en el postfacio del libro, éste fue escrito en las profundidades del campus de la UCLA, en una sala de mecanografía con máquinas de escribir de alquiler a 10 centavos la media hora. Costó mucho encontrar quien lo publicase, nadie quería arriesgarse con una novela que tratara de la censura, futura, presente o pasada. Finalmente, un joven editor de Chicago, escaso de dinero pero visionario, vio el manuscrito y lo compró por cuatrocientos cincuenta dólares, que era todo lo que tenía. Lo publicaría en los números dos, tres y cuatro de la revista que estaba a punto de lanzar. El joven era Hugh Hefner, y la revista era Playboy, que llegó durante el invierno de 1953 a 1954 para escandalizar al mundo.